¡EL DOCTOR DICE QUE MI HIJO TIENE FIMOSIS!

Por Katie Ward, Directora, Your Whole Baby de NY
Traducido por Ivanna M. Alicea, Directora, Your Whole Baby en Español

Respaldado por el Dr. Alex Rotta, Profesor de Pediatría, Universidad de Case Western Reserve; Dr. Ryan McAllister, PhD, Universidad de Georgetown; y Dr. Jórunn Valgarðsdóttir, medicina familiar, Selfossi Health Center, Islandia

Tal vez ha llevado a su hijo intacto a un chequeo de rutina y escuchó al médico usar el término "fimosis" en relación con el prepucio de su hijo. Antes de que te agobies ante este término, estamos aquí para ayudarte a analizar la información contradictoria sobre la fimosis, ¡ya que es probable que su hijo no tenga ningún problema en absoluto!

Varios estudios* (aquí, aquí, aquí, aquí, aquí y aquí) discuten qué tan común es para los médicos pediátricos hacer diagnósticos erróneos de fimosis. [1,2,3,4,5,6] Tener la información correcta sobre la situación particular de su ser querido puede ser crucial, así que comencemos por aclarar varios puntos.

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Primero, algunas definiciones (Traducción de Merriam-Webster MedlinePlus) ...

  • Fimosis: Opresión o constricción del orificio del prepucio que se origina congénita o posnatalmente y que impide la retracción del prepucio sobre el glande.

De primera instancia, la fimosis puede sonar como algo terrible. "¿Constricción que previene la retracción del prepucio? ¿Es peligroso? ¿Qué podemos hacer?"

Puedes pausar, respirar y seguir leyendo. Resulta ser que existen DOS CLASES de fimosis en la literatura médica: fimosis fisiológica y fimosis patológica. Dado a que los profesionales de la salud no siempre tienen clara la distinción (muy importante) entre estas dos, es esencial que usted entienda la diferencia.

  • Fisiológico: característico o apropiado para el funcionamiento normal o saludable de un organismo

  • Patológico: alterado o causado por una enfermedad

En términos laicos, las palabras fisiológico y patológico son opuestos.
 


Fimosis fisiológica

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El prepucio de un bebé o niño pequeño generalmente está fusionado a la cabeza del pene mediante una membrana compartida. Además, el músculo esfínter dentro del prepucio de un niño protege contra la entrada de agentes patógenos e irritantes al mismo tiempo que permite el paso de la orina. [7] Esto es a lo que la ciencia actual se refiere como "fimosis fisiológica”- la clase que es saludable, normal y de la que no hay por qué preocuparse.

La edad promedio en la que esta membrana ha terminado de separarse y el tejido del prepucio se ha vuelto más elástico para permitir la retracción, es de 10 años de edad, con un amplio rango de normalidad. [8,9,10] A veces, un niño pequeño puede tener un prepucio retráctil, y a veces un niño que se acerca a la finalización de la pubertad puede tener un prepucio no retráctil; ambas ocurrencias son normales. Desafortunadamente, mientras más grande se encuentra un niño con lo que se denomina "fimosis fisiológica", mayor es la probabilidad de que reciba el famoso "diagnóstico".

Lo que nos lleva a una última definición...

  • Diagnosticar: reconocer (como una enfermedad) por signos y síntomas

¿Es apropiado "diagnosticar" a un niño con fimosis fisiológica si se trata de un estado natural en lugar de una enfermedad? Podríamos argumentar que no es apropiado hacerlo, sobre todo porque los médicos a menudo envían a los niños a especialistas por este estado normal de desarrollo de no retractabilidad, o sugieren tratamientos que van desde cremas con esteroides y ejercicios de estiramiento hasta cortar el prepucio.

Pero dado que la frase "fimosis fisiológica" no va a desaparecer de la literatura médica en un futuro inmediato, es importante que los padres y proveedores entiendan que esto sólo significa que su niño tiene un pene normal. Si escucha la palabra "fimosis" durante una cita con su médico le exhortamos a que aclare este problema de definiciones; la discusión resultante puede determinar si este médico esta abierto a nueva información, o que simplemente no es el adecuado para su familia.

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De nuevo, la edad promedio de retracción completa del prepucio es de alrededor de 10 años de edad, y puede ser normal cuando el prepucio de un niño pubescente aún no es retráctil. Esto plantea otra pregunta: ¿debería un médico examinar cuán retráctil es el pene normal de su hijo en primer lugar? Sería ideal si todos los médicos ofrecieran una discusión precisa del intervalo de tiempo normal de retractabilidad y lo dejaran así, a menos que el niño experimentase molestias o problemas funcionales que necesitasen ser examinadas. Desafortunadamente, un enfoque tan conservador parece ser la excepción y no la norma.

Es muy importante tener en cuenta la realidad de que muchos médicos de EE. UU., incluidos los urólogos, no tienen mucha experiencia en cuanto al prepucio normal y sano del pene a lo largo de su vida. Esto incluye la falta de experiencia personal de los médicos varones, que probablemente fueron circuncidados al nacer. En muchas escuelas de medicina estadounidenses no existe una educación adecuada sobre el desarrollo y las funciones del pene intacto. Tal vez hayas oído hablar de alguien que fue circuncidado por fimosis después de la infancia. Es posible que el proveedor de la persona no haya intentado primero tratamientos conservadores; o peor aún, haya circuncidado a un niño por tener un pene normal.


Fimosis Patológica

Esto nos lleva al tema de la fimosis patológica. ¿Es posible que un prepucio no retráctil tenga problemas? Sí. ¿Son estos problemas frecuentemente el resultado de "tratamientos" innecesarios [11] para la fimosis fisiológica (A.K.A. pene normal en niños)? Sí.

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Un pequeño porcentaje de adultos nunca se vuelven retráctil de forma natural y aún así no experimentan dificultad alguna como resultado de tener un prepucio no retráctil. Si un adulto no puede retraer su prepucio y experimenta molestias durante la actividad sexual o la micción como resultado, esto se considera fimosis patológica. [12]

Si bien es posible que haya escuchado que es imposible que un niño experimente fimosis patológica, ocasionalmente es un diagnóstico verdadero que es el producto de la manipulación inapropiada del prepucio. Una persona cuyo prepucio se ha retraído por la fuerza antes de que la membrana se haya separado de forma natural puede desarrollar tejido cicatricial que causa problemas funcionales tanto en la niñez como en la adultez, particularmente si la retracción forzada fue una ocurrencia repetitiva. La literatura médica se refiere a estos resultados dañinos de la retracción forzada como una forma de fimosis patológica. [11,13] Esta condición requiere tratamiento antes de la pubertad si el niño tiene problemas, como erecciones dolorosas o dificultad para orinar. El tratamiento más conservador (menos invasivo) se debe buscar primero, para resolver el problema con el menor dolor e intervención posible y para preservar la funcionalidad del prepucio.

Además, la fimosis patológica puede ser el resultado de una balanitis xerótica obliterante (BXO), una enfermedad visualmente identificable [14] que causa el blanqueamiento del tejido del pene y hace que el prepucio se endurezca y pierda elasticidad. Puede ocurrir en adultos y niños. Si bien la circuncisión se recomendaba como primera opción correctiva para cualquier persona intacta con BXO, las opiniones profesionales actuales sobre las mejores opciones de tratamiento son diferentes. De nuevo, las terapias conservadoras se pueden buscar primero.

Aunque la circuncisión neonatal a veces es falsamente promocionada como una forma de prevenir la fimosis, la fimosis patológica de los remanentes del prepucio puede ocurrir en los niños circuncidados [15], como resultado de la circuncisión. [16]


Errores comunes de diagnóstico relacionados con el prepucio

  • A menudo se asume que el prepucio no retráctil requiere intervención de forma automática, pero como has aprendido, la fimosis fisiológica simplemente significa un pene normal y saludable.

  • Frenillo breve [17] (frenillo corto) a veces se confunde con fimosis patológica en adultos. Existen tratamientos conservadores efectivos para esta condición.

  • Algunos proveedores están preocupados cuando no pueden ver el glande o la abertura de la uretra de un niño intacto (lo que algunos llaman “fimosis estenopeica") y pueden referirse incorrectamente a esta abertura apretada normal como estenosis meatal. Una abertura estenopeica (pinhole) es normal en la infancia y la niñez, y en ausencia de dolor o incapacidad para orinar, no hay nada de qué preocuparse.

  • Globo prepucial (“ballooning” en inglés) es una ocurrencia normal y no se considera un síntoma de fimosis patológica, pero algunos proveedores pueden creer erróneamente que es anormal y sugieren tratamientos que incluyen la circuncisión.

  • El crecimiento excesivo de hongo puede causar irritación en el pene. Esto puede hacer que la retracción sea incómoda para un prepucio normalmente retráctil. La candidiasis se trata con crema antifúngica u otras medidas no invasivas, pero los proveedores pueden diagnosticar incorrectamente este problema y recomendar acciones ineficaces/invasivas, incluidos los antibióticos y la cirugía.

En resumen: lo que algunos médicos llaman "fimosis fisiológica" es el estado normal no retráctil del prepucio sano de un niño. La fimosis patológica en adultos es cuando el prepucio no es retractable, acompañado de incomodidad, cicatrización o enfermedad. La fimosis patológica en los niños presenta cicatrices o tejidos alterados que afectan la elasticidad del prepucio, ya sea como resultado de retracción forzada o enfermedad.

* Nota de los editores de YWB: Si bien estos artículos vinculados demuestran un malentendido médico generalizado de la fimosis, contienen, sin embargo, alguna información obsoleta sobre el desarrollo y la atención del prepucio. Algunos de los artículos subestiman la edad promedio de retractabilidad y uno incorrectamente alienta la retracción "suave" del prepucio no retráctil de un niño y la limpieza con jabón. Además, algunos de los autores consideran que la circuncisión debería ser la primera opción de tratamiento para problemas patológicos, aún cuando hay opciones menos invasivas disponibles.



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Katie Ward vive en el estado de Nueva York con su esposo, hija e hijo. Ella ha trabajado como periodista y maestra de inglés, y brinda apoyo a la lactancia en su comunidad. Cuando comenzó a explorar el tema de la circuncisión, ella asumió que tenía que haber una buena razón para que mucha gente la eligiera para sus hijos. Lo que aprendió (y continúa aprendiendo) la obligó a comenzar a hablar en defensa de los niños y sus cuerpos normales y saludables. Ha escrito para YWB sobre el tema del sesgo de confirmación en el debate sobre la circuncisión.


Lista de referencias

1. Van Howe, R.S. (1998, October). Cost-effective treatment of phimosis. Pediatrics, 102(4). Retrieved from http://pediatrics.aappublications.org/content/102/4/e43
2. McGregor, T.B., Pike, J.G., & Leonard, M.P. (2005, April). Phimosis: a diagnostic dilemma? Canadian Journal of Urology, 12(2): 2598-602. Retrieved from https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15877942/
3. Griffiths, D., & Frank, J.D. (1992, June). Inappropriate circumcision referrals by GPs. Journal of the Royal Society of Medicine, 85(6): 324-5. Retrieved from https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/1625262
4. Kumar, P., Deb, M., & Das, K. (2009, August). Preputial adhesions--a misunderstood entity. Indian Journal of Pediatrics, 76(8): 829-32. DOI: 10.1007/s12098-009-0120-3
5. Shahid, S. K. (2012). Phimosis in Children. ISRN Urology, 2012. DOI: 10.5402/2012/707329
6. Huntley, J. S., Bourne, M. C., Munro, F. D., & Wilson-Storey, D. (2003, September). Troubles with the foreskin: one hundred consecutive referrals to paediatric surgeons. Journal of the Royal Society of Medicine, 96(9): 449–451. Retrieved from http://pubmedcentralcanada.ca/pmcc/articles/PMC539600/
7. The penis and foreskin: Preputial anatomy and sexual function. (2007, March). Circumcision Information Resource Pages. Retrieved from http://www.cirp.org/library/anatomy/
8. Thorvaldsen, M.A., & Meyhoff, H. (2005). Patologisk eller fysiologisk fimose? Ugeskr Læger, 167(17), 1858-1862. Retrieved from http://www.cirp.org/library/normal/thorvaldsen1/
9. Ishikawa, E., & Kawakita, M. (2004). Preputial development in Japanese boys. Hinyokika Kiyo, 50(5), 305-308. Retrieved from https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15237481
 10. Kayaba, H., et al. (1996, November). Analysis of shape and retractability of the prepuce in 603 Japanese boys. J Urol., 156(5), 1813-1815. Retrieved from http://www.cirp.org/library/normal/kayaba/
 11. Doctors Opposing Circumcision. (2017). Care of the intact (not circumcised) penis in the young child. Retrieved from https://www.doctorsopposingcircumcision.org/for-professionals/care-of-the-intact-penis/
 12. Doctors Opposing Circumcision. (2017). Phimosis. Retrieved from https://www.doctorsopposingcircumcision.org/for-professionals/alleged-medical-benefits/phimosis-balantis/
 13. Oettgen, A.B. (2017). Phimosis. In McInerny, T.K., Adam, H.M., Campbell, D.E., DeWitt, T.G., Foy, J.M., & Kamat, D.M. (Eds.), American Academy of Pediatrics Textbook of Pediatric Care (2nd ed., pp. 2502-2505). Elk Grove Village, IL: American Academy of Pediatrics.
 14. The Center for Reconstructive Urology. Lichen Sclerosus – Balanitis Xerotica Obliterans – BXO. Retrieved from https://www.centerforreconstructiveurology.org/urethral-stricture/bxo-lichen-sclerosus/#.WWOdjRMrKV5
 15. Blalock, H.J., Vemulakonda, V., Ritchey, M.L., & Ribbeck, M. (2003, June). Outpatient management of phimosis following newborn circumcision. The Journal of Urology.;169(6):2332-4. DOI: 10.1097/01.ju.0000067602.42875.d8
 16. Kidger, E., Haider, N., & Qazi, A. (2012). Acquired phimosis after plastibell circumcision: a preventable consequence. Annals of The Royal College of Surgeons of England, 94(6), e186–e188. http://doi.org/10.1308/003588412X13373405384774
 17. Tight foreskin. (2017, March 29). The Student Room. Retrieved from https://www.thestudentroom.co.uk/life/health/sexual-health/tight-foreskin